Punto de com a

lunes, marzo 24, 2003

Salud por la vida, señores y señoras. Manifiesto que no estoy de acuerdo con su respetuoso desdén, cuando la desdeñada es la vida. Dios, la naturaleza o sus padres, como quieran verlo, les han regalado la vida. Gente muere, gente grita, gente llora, gente observa como a su vecino lo convierten en barbacoa. Estamos en el hoyo del cabrito, bajo tierra y cocinándonos. El aire huele mal, el humo ciega y los hambrientos ignoran que frente a su espejo hay un atropófago que se lava el hocico con colgate y sonríe soplando su fétido aliento y mostrando una fresca sonrisa de podrida indiferencia.