Punto de com a

viernes, febrero 07, 2003

Betabel

A Ezra Pound no lo he leído mas que poco y hace mucho, por el mismo motivo que me repelió también de Céline y su terrible culpa, los protocolos de los sabios de Sium, los libros sobre el mariscal Rommel y la lucha de aquel pintorsucho guanabí que, en rumor, sólo tanía un testículo. El motivo: un ("pre")juicio moderno que se funda en el respeto a la vida y a la dignidad humanas.

Sin embargo sé que con Pound y Louis Ferdinand Céline puede pasarme lo mismo que con el betabel: alguién lo suficientemente astuto o con alma de sincero compartidor de su gusto puede convencerme de probarlos otra vez, sin asco, y lograr que incluso me gusten como esa remolacha roja (que con un chingo de limón y sal sabe sabrosísima). Sé, también que las probabilidades de que esto suceda son remotas con la literatura. Hoy el betabel ya lo como, poco a poco mucho.