Punto de com a

lunes, mayo 08, 2006

Somos quijotes en nuestra propia existencia atestada de razones para el olvido. Hoy la locura quijotesca es el antídoto, la salvación, la esperanza. Los objetivos más increibles se convierten en una posibilidad de manifestarse en la realidad; así se acaba la pobreza extrema y el trabajo infantil disminuye, de hecho. Así la vida, siempre como una posibilidad abierta en la que todo, absolutamente todo es posible.